Lo que parecía un sueño difícil de cumplir en algún momento, comenzó a transformarme en realidad gracias al esfuerzo y trabajo conjunto de toda una comunidad que buscaba la creación de un nuevo centro educativo para albergar a una población que estaba en crecimiento año tras año.

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Sin embargo, en el año 1999, lo que parecía imposible se convirtió en una realidad con la creación del primer liceo bilingüe que nació a la sombra de un árbol, con la esperanza y el esfuerzo de un grupo de personas que no descansaron hasta lograr concretar lo que sería su nueva casa de enseñanza.

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Desde sus inicios, la institución ha desarrollado un enorme esfuerzo para ir creando las condiciones necesarias que les permitan realizar con éxito su labor en un terreno de 12.472.89 metros cuadrados, con una infraestructura que consta de 23 aulas, 4 baterías sanitarias, 1 laboratorio de cómputo, 4 aulas talleres, área administrativa, comedor estudiantil, laboratorio de idiomas, gimnasio multiuso, biblioteca y auditorio, así como áreas verdes y jardines.